30 cosas antes de cumplir 30

El 1 de febrero del próximo año cumpliré 30 años. La sociedad y la cultura en la que vivimos nos han bombardeado desde que cumplimos los 20 años con ideas y planes sobre lo que tienes que haber conseguido a estas alturas de tu vida: haberte casado, comenzar a consolidar tu carrera profesional … usar cremas para el contorno de ojos etc.. y si no hemos logrado estas cosas, ¡bum! sin saber cuándo, por qué o cómo, caemos en la “crisis de los 30”.

Hace unos meses empecé a pensar que iba a cumplir 30 años (aunque todavía me quedan algunos meses), comencé a evaluar lo que había hecho con mi vida y hacia donde me dirigía, y me dí cuenta de que si seguía por esa línea de pensamientos profundos … ¡iba a caer en la crisis de los 30 sin ni siquiera haberlos cumplido!.

Estoy convencida de que si te adelantas a la crisis, la crisis no se te adelanta a tí. Y así fue como se me ocurrió la idea de hacer una lista de 30 cosas que hacer antes de cumplir los 30 (http://30cosasantesdecumplir30.wordpress.com/).

A simple vista puede parecer una idea frívola más propia de una comedia romántica. Y por una parte es un poco eso: buscar razones y excusas para hacer cosas divertidas e interesantes y escribir sobre ello en el blog. Quiero mirar atrás y saber que me lo pasé bien.

Pero a la vez es algo más profundo. El primer desafío que tengo en la lista es “Vivir al máximo los 29”. Estamos tan ocupados en lamentarnos o en preocuparnos por lo que no tenemos, que nos olvidamos de vivir el momento que tenemos, que es ahora. La hierba siempre parece más verde al otro lado de la valla. ¿Cuantas personas se pasan el tiempo que están solteros deseando estar casados, y cuando se casan miran atrás y se arrepienten de no haber aprovechado al máximo su soltería? La Biblia dice que hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa en la vida y yo decido creerlo, y como hay un tiempo para todo, voy a vivir al máximo lo que Dios tiene para mí ahora. Decido vivir agradecida con lo que tengo ahora en la vida, lo demás ya llegará.

La última cosa que tengo en la lista es “Despedirme del miedo. Para siempre”. Cumplir 30 es entrar en territorio desconocido y la incertidumbre muchas veces implica temor. He descubierto que la mejor forma de enfrentar mis miedos es confesándolos. Los miedos se desactivan cuando los dices en voz alta, cuando los sacas de algún lugar secreto y oscuro de tu mente, cuando te ríes de ellos en su cara. Tengo miedo a no casarme, a no tener hijos, a estar sola, miedo a no ser la persona que los demás quieren que sea. Esos son mis miedos, los he puesto sobre la mesa. Contra todos estos temores me recuerdo las palabras de Isaías 55: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos”. Dios me dice: “tus miedos y tus preocupaciones no son las mías, porque en Mí no hay temor ni preocupación”.

Cuando el mundo intente decirme que no he conseguido lo que tendría que haber conseguido a los 30, yo me recuerdo a mí misma que mi ciudadanía está en los cielos y no aquí en la tierra. Voy a Jeremías y leo “como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” y simplemente confío y descanso en saber que Dios tiene algo bueno para mí … a partir de los 30. Sea lo que sea.